Gerente Genral dando un mensaje motivacional a sus colaboradores

Transformando una cultura: un viaje de consultoría y formación

El CEO de uno de nuestros clientes, cuya empresa se fundamentaba en la innovación y la excelencia, expresó sorpresa al afirmar: “Nunca pensé que llegaríamos a esto”. Su comentario hacía referencia a una grieta invisible pero significativa en la cultura organizacional. A pesar de la calidad de los productos y servicios, la falta de cohesión y claridad en la visión estaba erosionando lentamente el alma de la compañía. Es crucial abordar esta situación para preservar la esencia y el propósito de la organización.

Los principales líderes y gerentes eran conscientes de esta brecha que amenazaba con minar sus esfuerzos, por lo que se encontraban en una encrucijada: si bien desde un inicio hubo variados intentos por articular una visión inspiradora y promover valores sólidos, parecía que siempre algo se escapaba de esta intención. El panorama general era de colaboradores que cumplían, pero de forma desmotivada.

Fue en este momento de incertidumbre y necesidad, que los líderes tomaron una decisión audaz, pero necesaria: buscar ayuda externa, pues reconocieron que, para superar este desafío, requerían una mirada fresca, experta en el proceso de transformar culturas empresariales.

Así fue como llegaron a contactar a Gestión Global Capacita, una consultora especializada en liderazgo y desarrollo organizacional. Los consultores, con una combinación de experiencia y empatía, se dispusieron a descifrar esta particular cultura empresarial, para guiarlos por un camino de cohesión y excelencia.

Lo que siguió a continuación fue un interesante proceso de autoexploración y descubrimiento, donde el equipo de consultoría escuchó atentamente las historias y preocupaciones de cada colaborador, desde el área de gerencia hasta los trabajadores de primera línea.

Con cada conversación, la cultura organizacional comenzó a tomar forma, logrando identificar las grietas en la comunicación, las brechas en el liderazgo y las oportunidades perdidas para fomentar un sentido de propósito compartido.

Armados con este conocimiento, los consultores trazaron un plan de acción personalizado, que incluyó talleres prácticos sobre liderazgo y sesiones profundas sobre valores compartidos. Cada componente del programa fue diseñado para abordar los desafíos únicos de la empresa y empoderar a líderes y colaboradores para el cambio.

La implementación de este programa se dividió en etapas, cada una diseñada para abordar los desafíos específicos y fomentar un cambio significativo en la cultura empresarial.

Etapa 1: Evaluación y diagnóstico

En esta primera etapa, los consultores evaluaron exhaustivamente la cultura organizacional actual. Para ello, se entrevistaron tanto con líderes como con colaboradores de diversos departamentos, con el objetivo de ahondar en las percepciones y preocupaciones de todos los involucrados.

Etapa 2: Diseño del plan de acción

A partir de los hallazgos de la evaluación, los consultores idearon un plan de acción detallado y personalizado, el cual abarcaba una variedad de iniciativas, tales como talleres prácticos y sesiones de coaching individualizado. Con este plan concreto que tomaba forma, ya se podía notar un cierto entusiasmo en los colaboradores.

Etapa 3: Implementación de las intervenciones

Tras el plan de acción, comenzaron a implementarse las intervenciones planificadas, mediante talleres interactivos sobre liderazgo, comunicación efectiva, trabajo en equipo y valores organizacionales, involucrando a líderes y colaboradores por igual. Entre quienes participaron en estas instancias se destacó lo reveladores que fueron los talleres: “Nos ayudaron a comprender mejor cómo nuestras acciones afectan la cultura de la empresa, y también saber cómo podemos contribuir al cambio de manera positiva”.

Etapa 4: Seguimiento y ajuste

A medida que avanzaba la implementación, los consultores encabezaron sesiones de seguimiento para evaluar el progreso y realizar ajustes según fuera necesario. De igual forma, se alentó a los líderes y colaboradores a proporcionar retroalimentación continua sobre las intervenciones y su impacto en la cultura organizacional.

Etapa 5: Celebración y reconocimiento

Con el logro de algunos hitos importantes en este proceso, se efectuaron eventos de celebración y reconocimiento, donde los líderes elogiaron públicamente a los equipos y colaboradores por su compromiso y contribución al cambio cultural. Un gerente señaló que “se nota que ha habido un trabajo consciente de parte de las personas, y eso debe ser reconocido. Pero no debemos conformarnos con esto, redoblando nuestros esfuerzos para construir una cultura aún más fuerte”.

Con cada etapa de este proceso, los colaboradores se sintieron más comprometidos y empoderados para contribuir al cambio cultural, ya que su participación y sus comentarios fueron fundamentales para dar trazar el camino hacia una cultura organizacional sólida y cohesiva.

Los líderes de la empresa sintieron el impacto de este proceso de introspección y transformación, sentando las bases para, desde ahora, inspirar y guiar a otros hacia un futuro compartido. Y con la orientación y el apoyo de los consultores, comenzaron a adoptar un enfoque más centrado en las personas, priorizando el desarrollo y el bienestar de sus equipos.

¿Y qué cambios se pudieron observar tras este proceso? Por ejemplo, con el tiempo, la comunicación se volvió más abierta y transparente, lo que impactó en la productividad y en el sentido de colaboración de los equipos de trabajo. Además, esta transformación se convirtió en un poderoso recordatorio de la capacidad del liderazgo y la colaboración para cambiar el rumbo de una empresa.

Para cerrar este capítulo de transformación, el gerente general de la organización decidió reunir a los colaboradores en el auditorio, para comunicar su impresión de este proceso: “Hoy los he citado para celebrar no solo un cambio en nuestra cultura organizacional, sino que el poder de la colaboración para forjar un futuro mejor juntos”.

“Pero nuestro trabajo no ha terminado”, prosiguió, “ya que debemos recordar que la verdadera grandeza reside en nuestra capacidad para poner en práctica todos los días el aprendizaje que cada uno ha llevado adelante”.

Con este mensaje lleno de entusiasmo y motivación, la empresa daba por finalizado el capítulo de transformación, preparándose para afrontar los próximos desafíos con confianza, determinación y el poder de la colaboración como su guía.